Con correctos pensamientos, con intenciones puras, lograremos expresar este interior luminoso. La correcta intención puede ser muy difícil de practicar porque no controlamos nuestros pensamientos, sino que son ellos más bien quienes nos controlan a nosotros. Por esto es de primordial importancia no reprimir nuestros pensamientos, nuestras intenciones. Ellos están ahí para que aprendamos el camino del medio, de la moderación, y del desapego. Cuando un pensamiento que sabemos nos hace mal surge, ¿podemos simplemente mirarlo, observarlo, sin siquiera nombrarlo? Ese pensamiento, sea bueno o malo, es quien nosotros realmente somos...es el peso de la capa más profunda de la consciencia, que nosotros llamamos inconsciente o Ello. Luego adviene el controlador, el Yo, la energía que es el peso del pasado tratando de amoldar el inconsciente, lo no controlado.
Comprender este proceso, observarlo con toda su fuerza, produce la disolución del mismo. Claro, este es un proceso que puede tardar mucho tiempo, porque aprender a conocernos demanda tiempo. Sin embargo, a medida que nos estudiamos más y más, alcanzamos una serenidad mayor, porque el conocernos nos da sosiego y calma.
Pues bien, cuando alcanzamos el estado de correcta intención, naturalmente nuestro habla (que es sólo la manifestación parcial de nuestro pensamiento) se vuelve clara como una corriente impura a la que se la ha alejado de las contaminacionesque oscurecían sus aguas.
El arte del correcto hablar, del correcto expresarse, se divide en:
♦ Abstenerse de decir mentiras.
♦ Abstenerse de palabras divisivas o sectarias.
♦ Abstenerse de decir malas palabras.
♦ Abstenerse de mantener conversaciones frívolas.
Quiero recordarme y recordar a quienes lean esto, que estas pautas nunca, nunca deben ser tomadas como una ley autoritaria, sino que son tan sólo normas de conducta que deben ser practicadas y comprobadas en su efectividad. Para quien posee una correcta observación, es natural la correcta intención, así como para quien ha practicado la correcta intención, el correcto habla es algo que solo puede suceder sin presiones.
Comprender este proceso, observarlo con toda su fuerza, produce la disolución del mismo. Claro, este es un proceso que puede tardar mucho tiempo, porque aprender a conocernos demanda tiempo. Sin embargo, a medida que nos estudiamos más y más, alcanzamos una serenidad mayor, porque el conocernos nos da sosiego y calma.
Pues bien, cuando alcanzamos el estado de correcta intención, naturalmente nuestro habla (que es sólo la manifestación parcial de nuestro pensamiento) se vuelve clara como una corriente impura a la que se la ha alejado de las contaminacionesque oscurecían sus aguas.
El arte del correcto hablar, del correcto expresarse, se divide en:
♦ Abstenerse de decir mentiras.
♦ Abstenerse de palabras divisivas o sectarias.
♦ Abstenerse de decir malas palabras.
♦ Abstenerse de mantener conversaciones frívolas.
Quiero recordarme y recordar a quienes lean esto, que estas pautas nunca, nunca deben ser tomadas como una ley autoritaria, sino que son tan sólo normas de conducta que deben ser practicadas y comprobadas en su efectividad. Para quien posee una correcta observación, es natural la correcta intención, así como para quien ha practicado la correcta intención, el correcto habla es algo que solo puede suceder sin presiones.
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