domingo, 24 de septiembre de 2006

Más allá de la soledad

Hace ya un tiempo, una persona cercana a mi corazón me dijo: "¿Sabes, Nachito?, mi propósito es saber que hay más allá de la soledad".
Y hoy, en una noche inusualmente fría, sentí que esta pregunta volvía a mi, después de dormir muchos meses en las profundidades de la inconsciencia. ¿Qué hay detrás del sentimiento de soledad; de esa sensación de estar en una desolada llanura, en una noche fría y oscura, rodeado por altas montañas impasables?
Hoy sentí que debía responderme esa pregunta, porque, tal vez, su respuesta me traería alivio después de semanas de incertidumbre y depresión. Pero, inmediatamente después de formularla, otra pregunta acudió en su auxilio: ¿por qué querer resolver todo?, o, mejor dicho: ¿por qué querer tener todo bajo control?
Creo que es ese deseo el que mejor ilustra la condición de la existencia humana en general: un miedo absoluto a perder el control de las cosas, a quedarnos totalmente solos, a sentir que ya nada tiene sentido.
La sensación de vacuidad de la que continuamente escapamos está ahí por las noches, cuando nada le impide ingresar, cuando las macizas puertas del inconsciente se abren pocos segundos antes de quedarnos dormidos; entonces, un agudo sentimiento de inseguridad y duda nos atormenta y nos preguntamos las cosas con un poco más de seriedad.
A mi me gustaría realmente saber qué hay más allá de la soledad, y de nuestra continua huída mental, pero, por ahora, la respuesta me elude furtivamente, como una presa al cazador. ¿O será, quizás, que no quiero realmente saber?
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Interlocutor: Más allá de todos los miedos superficiales hay una profunda angustia que me elude. Parece ser el miedo mismo a la vida... o tal vez a la muerte. ¿O se trata de la inmensa vacuidad de la vida?
Krishnamurti: Pienso que la mayoría de nosotros siente esto; casi todos tenemos una gran sensación de vacuidad, una gran sensación de solitud. Procuramos evitarla, escapar de ella, encontrar seguridad, permanencia, lejos de esta angustia. O intentamos librarnos de ella analizando múltiples sueños, las distintas reacciones. Pero siempre está ahí, eludiéndonos, sin que pueda ser resuelta tan fácilmente, tan superficialmente. Casi todos somos conscientes de esta vacuidad, de esta solitud, de esta angustia. Y, por tener miedo de ella, buscamos la seguridad, un sentido de permanencia en las cosas o en la propiedad, en las personas o en la relación, así como en las ideas, las creencias, los dogmas, el nombre, la posición social y el poder. Pero, ¿puede esta vacuidad ser erradicada mediante el mero escapar de nosotros mismos? Y este escapar de nosotros mismos, ¿no es, acaso, una de las causas de confusión, dolor, desdicha, en nuestras relaciones y, por ende, en el mundo?
Tomado de "Libertad Total", por J. Krishnamurti.

1 comentario:

Ignacio dijo...

Hace tanto escribí esto, y me sorprendo al releerlo y descubrir cuanta validez sigue teniendo para mí.