Nuestro gran problema como seres humanos (y esto es casi un eufemismo) es que intentamos escapar por todos los medios de lo que es.
¿Somos seres buenos, sufridos, sacrificados? Yo creo más bien que, dejados a nuestro albedrío, haríamos toda clase de maldades, o simplemente nos echaríamos a descansar indefinidamente, llevando vidas aburridas y monótonas. Aunque en definitivamente es eso lo que estamos haciendo, ¿verdad?
Nuestra gran tragedia es pensar lo que somos. ¿Pero qué significa esto?
Esto quiere decir que tenemos una imagen formada de nosotros mismos. Y esa imagen produce un dolor enorme, porque es algo completamente irreal. ¿Cómo nos damos cuenta? Porque a lo largo de nuestra vida nos sentimos terriblemente dolidos cuando la realidad no condice esa imagen.
Si somos completamente orgullosos, ¿por qué al observar nuestro orgullo sufrimos tan intensamente? Si somos completamente celosos, posesivos, manipuladores, ¿por qué al observar eso profundamente nos sentimos tan angustiados y heridos?
Por que eso destruye y resquebraja la bonita idealización que habíamos creado de nosotros mismos.
Lo real no es la imagen. Lo real son los celos, el ansia de posesión, la brutalidad, quizás cierta felicidad pasajera, el deseo insatisfecho. Esa es nuestra realidad.
Entonces, ¿cómo observamos esta realidad? Si la observamos a través de la imagen, estaremos creando una contradicción. La mente, el cerebro crea una imagen y se identifica con ella. Pero dentro del ser humano hay impulsos y deseos que son por completo distintos de esa imagen, y entonces hay un choque, un enfrentamiento, una gran contradicción. En esa contradicción se produce un grandesperdicio de energías, y un sufrimiento que a veces alcanza proporciones demasiado intensas para ser soportadas. Estas experiencias nos suelen marcar profundamente.
Pero la pregunta sigue siendo, ¿por qué observamos a través de la imagen? ¿Es posible observar de manera tan completa, con todo nuestro ser, que no haya imagen, que no haya un velo o un vidrio empañado a través del cual miremos nuestros propios deseos y movimientos?
Para esto necesitamos estar muy atentos, puesto que si nos encontramos absortos en lo que surge, en esas pasiones, no habrá una imagen para reprimirlas, o para contradecirlas. Tan sólo estaremos con lo que surge. Y con esa observación, lo que surge llegará a su fin.
¿Alguna vez sintieron tanto dolor que pensaron que iban a morir por él? Muchas personas expuestas a un terrible padecimiento psicológico, simplemente llegan a una instancia en el cual ya no lo sienten más. Ya no hay escapes, ni posibilidades de alejarse de ese dolor. La única alternativa es enfrentarse a él. Muchas de estas personas desarrollan una energía notable, ¿se dieron cuenta?
El dolor nos despierta, es el karma que vuelve a nosotros para avisarnos que estamos curando de una enfermedad y que ahora tenemos fiebre. No es algo por completo malo ni bueno. Es algo que simplemente está allí para que aprendamos de nuestros errores.
Si podemos mirar ese dolor tan profundo sin nombrarlo "dolor" sino tan sólo observarlo con todo nuestro ser, ese dolor se evaporará, puesto que ya no es posible huir de él, puesto que somos él.
Por aquí comienza el camino de la comprensión, pero para eso necesitamos una atención intensa que no produzca represión.
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