martes, 3 de junio de 2008

La verdad

Prefiero saber aunque duela...soy hijo de Adán, y como él prefiero comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, a vivir en la dulce y feliz ignorancia. Y si tuviera que vivirlo todo de nuevo, lo volvería a vivir, porque la verdad es un puñal desnudo que se vuelve contra uno mismo, como dice Sinuhé, pero ¿qué más podemos hacer en esta vida? ¿Cerrar los ojos? ¿Evadir lo que está frente a nuestras narices?
La verdad suele ser dolorosa, porque no queremos mirarla, porque la verdad nos muestra la ficción de nuestro ser, la fragilidad de nuestro amor, lo vano de nuestras promesas, y sólo nos deja con la certeza de la muerte y lo pasajero de la vida y de todas las cosas.
Y sin embargo, qué bellos son los árboles iluminados por el Sol de la mañana, qué hermoso el oleaje del mar, el graznido de las aves, el color de la pintura, tu mirada, tu alegría, tu risa clara.
Prefiero saber, porque quizás exista la oportunidad de algo más, aunque no crea en nada más, prefiero saber porque aunque la verdad sea dura, es lo único que una persona seria puede tener en sus manos y atesorar cuando todo lo demás se haya ido.

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