martes, 10 de abril de 2007

Científico y no científico

Ayer tuve la oportunidad de ver un documental basado en estudios de supuesto origen científico, que postuló unas cuantas conclusiones extravagantes sobre la realidad. Este documental, en formato de película, llamado What the do you know? (¿Y tú que ###### sabes?, en español), pretende demostrar que los conocimientos generados por la física cuántica respaldan la inexistencia de la realidad como una entidad separada de nosotros. Vale decir: nosotros creamos la realidad a través de la idea que tenemos de ella. Esta postura se llama, o está íntimamente ligada, al idealismo. Claro está que sería ridículo pensar que lo de afuera y lo de dentro son por completo diferentes. Pero si eso implica entonces que si confiamos lo suficiente en la posibilidad de caminar sobre las aguas, entonces lo haremos (sic), creo que estamos cometiendo un grave error.

El documental es mostrado como una recolección de entrevistas separadas a distintos científicos de prestigiosas universidades del mundo. Sin embargo, todos las personas que colaboran en él ya han trabajado con proyectos parecidos. En esta película no hay lugar para la discusión y el debate, o los puntos de vista opuestos. Los directores de su rodaje forman parte de un movimiento que afirma que su líder es un médium (un individuo que funciona como receptor de actividad psíquica paranormal) en contacto con un lemur. Según la tradición, los lemures precedieron a la humanidad como forma de vida en este planeta. Luego del derrumbe de su civilización, el pueblo de los atlantes tomó el poder y estableció un imperio que, por las malas obras de su período en decadencia, fue sumergido bajo las aguas por siempre. Este lemur transmite conocimientos trascendentales a la Tierra y la Humanidad a través de dicha persona.

Lo que realmente me parece una estupidez es querer presentar esta doctrina con aires de cientificismo. No es que crea particularmente que la ciencia tiene todas las respuesta y es la llave del progreso de la humanidad. Pero manipular la información (porque lo que producen ni siquiera puede ser llamado conocimiento) de esa manera no debería estar permitido. Al menos deberían advertir a los ingenuos consumidores (como yo) de que este tipo de producción forma parte de una visión a mitad de camino entre ciencia y religión, y que todo lo dicho (o casi todo) no puede considerarse más que opinión.

Lamentablemente, en los últimos años las creencias religiosas han cobrado vigor en todo el mundo. Algunos estados de los Estados Unidos, incluso han admitido como válida la enseñanza del dogma creacionista, el cual postula que los hechos relatados en el Génesis bíblico tuvieron una existencia comprobable científicamente.

Y, sin embargo, también tenemos ejemplos de noble producción científica de carácter masivo. La verdad incómoda, la peli de Al Gore, demuestra que la humanidad puede sobreponerse a los prejuicios irracionales (que están dentro del hombre, claro está) y conscientizarse sobre el daño de la acción humana y las terribles consecuencias que éste tiene sobre el Planeta.

Yo opongo estos tipos de producciones. Para mí son totalmente contrarias en su enfoque y en su fin. Mientras que ¿Y tú qué ####### sabes? me produce una sensación de total superficialidad (aunque tal vez le podemos dar a sus creadores el beneficio de la duda sobre su intencionalidad) y malgasto de mi tiempo, La Verdad Incómoda me parece el tipo de mensaje que tenemos que empezar a volver colectivo.



1 comentario:

malena dijo...

Totalmentedeacuerdo
vi el "documental", y después me comentaron un poco lo había detrás y llegué a la misma conclusión