Empezó después de la sequía, y no se detuvo. Primero una gota, luego otra. Después de unos pocos segundos, el agua caía a raudales del cielo. En cada ráfaga de viento, en cada hoja conteniendo agua, escucho sus risas cristalinas, y ahora temo ahogarme.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario