martes, 25 de noviembre de 2008

El Vizconde de Bragelonne

Estaba triste porque tras comprarme 20 años después (continuación de Los Tres Mosqueteros), de Alejandro Dumas, me di cuenta que no se hacía mención alguna de El Hombre de la Máscara de Hierro.
"¿Cómo pueden estar basadas entonces tantas películas en la obra del autor francés?", me preguntaba. "No tiene ningún sentido".
Encima me había costado trabajo encontrar la continuación de Los Tres Mosqueteros: agotado desde hacía unos años en el país, al fin conseguí que una librería con un contacto que viajaba esa semana a México, me consiguiese una copia de la Editorial Porrúa.
El ejemplar fue devorado en una semana, mientras yo paseaba por París, Amiens de Picardie y Londres, con Aramis, Athos, Porthos y d'Artagnan, observando perplejo como estos cuatro nobles personajes se enfrentaban entre sí, y se convertían en astutos manipuladores: "I don't want to grow up", pensaba, mientras Dumas delineaba su obra magistralmente, tendiendo hilos, ensayando posibilidades, dando giros en los momentos adecuados y dándole textura y nueva vitalidad a personajes que como en toda gran obra, cambian, maduran y mudan de opinión: dejan atrás, en definitiva, los ideales de la juventud, para convertirse en hombres.
Y hace un par de días me enteré (y agradecí a Dios) que hay una secuela a este segundo ejemplar, llamado el Vizconde de Bragelonne o 10 años después: es decir, se trata de los cuatro mosqueteros, llegados a los 50 años (añejos como el vino de Anjou), y, efectivamente, encontrados por el caso del Hombre de la Máscara de Hierro, en los principios del reinado de Luis XIV.
Sólo espero que este tercer tomo sea más accesible que el segundo, porque ya estoy imaginando sus diálogos, su desesperado romanticismo, sus nobles ideales,...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Desearía tener tiempo para leer todo lo que tengo pendiente... en mi mesita de luz tengo El pasado de Alan Pauls y no lo puedo terminar. Encima no es que sea porque no me gusta o no me atrapa, porque está buenísimo, sino que simplemente me falta el momento para sentarme a leer. :(

Ignacio dijo...

Todavía me resisto a llevar una vida que no me deje tiempo para el ocio, per supongo que así es en las grandes ciudades...

Me quiero ir a Edimburgo, o a Dublin...en las ciudades pequeñas se vive mejor.

Anónimo dijo...

Será la urbe?? Mmm... en lo personal, entre trabajo y proyectos varios, se me va todo el tiempo. Y el finde es para boludear y estar con amigos. Me voy a poner como objetivo leer más!!

Yo también quiero ir a Edimburgo o Dublín. Vamos juntos?

jaza

Ignacio dijo...

Estoy planeando irme a finales del año que viene...¿te sumás? :)

jaza dijo...

Em, si, claro. Planeaba viaje para el año que viene de todas formas. Adonde sea. Seguro que querés ir conmigo? Mirá que no hay vuelta atrás eh. :P