Estoy releyendo Los Tres Mosqueteros, de Alexandre Dumas. Supongo que estoy volviendo a la adolescencia, porque encuentro la novela demasiado divertida. Si sigo así voy a terminar aficionado a los biberones y a los Playmóbil (en inverso orden, sospecho).
He aquí este párrafo magnífico, que expresa en toda su fuerza el candor de esta impresionante aventura:
"Artagnan era caballero; además llevaba el uniforme de guardias que, después del de los mosqueteros, era el más querido de las damas. El muchacho, por otra parte, era, como hemos dicho, joven, guapo, amado: reunía, pues, más condiciones de las precisas para trastornar una cabeza de veintitrés años; y Madame Bonacieux se encontraba en esa edad feliz de la vida."
1 comentario:
Realmente es gracioso. Pero creo que eso es por trasladar una novela del año del pedo a la actualidad.
Los Playmobil siempre están.
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