viernes, 9 de mayo de 2008

Kirkas

Durmió toda la tarde. Cuando la trajo mi hermano estaba mansa como un corderito, y con el transcurrir del día, me di cuenta que su principal atributo es la serenidad, por lo cual la nombré Kirkas, que eso quiere decir en suomi o finlandés, en el sentido utilizado en una frase como: "Era un día calmo, claro, sereno".
No comió ni bebió agua, pero cuando volví a casa me recibió con alegría y me permitió rascarle las orejas un rato, hasta que decidió que estaba todavía muy cansada y apoyó su cabeza nuevamente en su colchón.
Estoy muy contento por tener un ser a mi cuidado, porque su bienestar me aleja un poco de mi egocentrismo, y me recuerda que no sólo debo velar por mis intereses, sino también por los de los que me rodean.
Creo, como decía Waltari, que sólo los perros son capaces de tener eso que al hombre tanto le falta para alcanzar la felicidad: la fidelidad incondicional, y la mansedumbre tan características de algunos animales.

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